FRASQUITA LARREA

Francisca Javiera Ruíz Larrea y Aherán (1775-1838)

Nació el 18 de Noviembre de 1775, en Cádiz, tuvo una educación esmerada circunscrita al dogmatismo católico más férreo, que completó con viajes a Inglaterra y Francia, aprendiendo a usar sus lenguas con soltura y familiarizándose con lecturas de grandes autores ingleses como Shakespeare o Byron. A los veinte años contrajo matrimonio con Juan Nicolás Böhl de Faber,  de religión protestante. (Febrero de 1796)

Existían muchas diferencias ideológicas  entre ella y su marido. Juan Nicolás  poseía un frío razonamiento teutónico y Frasquita quería buscar Russonianamente la perfección en la Naturaleza.

Se instalaron  en Alemania y de vuelta a España en los siguientes años, se repartirán entre estancias en Cádiz, a las que animan culturalmente abriendo sus primeras tertulias.

El 25 de Diciembre de 1796 nació Cecilia Böhl Ruíz de Larrea, que posteriormente  alcanzaría la fama literaria bajo el seudónimo de “Fernán Caballero”.

En noviembre de 1797 llegó el matrimonio  a Chiclana donde permanecieron varios meses hasta que se trasladaron a Cádiz, dónde Frasquita organizaba sus tertulias políticas-literarias-culturales.

En 19 de enero de 1799 nace su hija Aurora y el 1 de diciembre de 1800 nace un varón, Juan Jacobo. El 5 de octubre de 1803 nace la cuarta hija Isabel Ángela.

En 1805 realizan su segundo viaje a Alemania, pero surgen desavenencias matrimoniales y Frasquita vuelve sola a España. La experiencia de la Guerra de la Independencia la atraviesa sola con dos de sus hijas en su casa de Chiclana.

Frasquita conocía el pensamiento de Kant y Descartes, las obras de Madame Staël y le gustaba leer obras de Mary Wollstonecraft (escritora feminista inglesa). Durante la ocupación francesa se trasladó de Chiclana a Cádiz (1811), dónde sus tertulias pasaran a representar el círculo de reunión servil de la ciudad frente a la jerezana Margarita de Morla y Virués que acogería el activismo liberal dentro de su propia tertulia.

Hubo un tercer viaje a Alemania y de vuelta a Cádiz reanudan una actividad cultural que dará fama al matrimonio y les reportará el mérito de introducir el movimiento romántico en el país. En esta época tiene correspondencia con el filósofo Schlegel y el escritor Blanco White. Desde el punto de vista político, Frasquita se manifiesta acérrima defensora de la Monarquía Absolutista de Fernando VII, pertenecen a la Real Sociedad de amigos del País y a la Junta de Damas. Es la época en la que Frasquita participa activamente junto a su marido en la llamada polémica calderoniana. En la dialéctica abierta, que firma con el pseudónimo de “Cymodocea”, mantiene enfrentamientos con su antiguo amigo José Joaquín de Mora y con el propio Alcalá Galiano.

Frasquita Larrea se nos muestra como una mujer decidida, fuerte e independiente, rasgos de su carácter que posiblemente la acercaron a la obra de Wollstonecraft, defendiendo la capacidad del entendimiento femenino. Fue la primera mujer escritora gaditana precursora del feminismo y del romanticismo en su país. Su obra escrita, no es muy extensa, se basan en su obra epistolar y en una novela que representa a la Frasquita Roussoniana, otros escritos recopilan sus experiencias en viajes y opiniones literarias y políticas. Su capacidad como traductora queda también ampliamente demostrable llevando al castellano el Manfred de Lord Byron o el viaje por Suecia, Noruega y Dinamarca de la propia Mary Wollstonecraft, entre otros autores.

La fama de sus tertulias ha llegado a nuestros días gracias a ser citada por Antonio Alcalá Galiano en sus “recuerdos de un anciano” y por Benito Pérez Galdós en los “Episodios Nacionales”.

Muere en el Puerto de Santa María en 1838.